Una posible respuesta alternativa a: ¿Qué es el TOC?

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Una posible respuesta alternativa a: ¿Qué es el TOC?

  • Leo Vitali
    SuperAdmin
      Registrado el: 24 agosto 2012
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      Hoy me he dado cuenta de algo, si cabe curioso. Despues de una ducha excesivamente larga para mi de casi una hora, en la cual se han unido elementos de compulsión con elementos de reflexión he podido observar a dos “yo” durante esa ducha totalmente diferentes: Un yo poderoso al inicio de la ducha, con ganas de salir adelante y dar los siguientes pasos con el objetivo de aplacar el yugo del TOC, y un yo mínimo, insignificante, aturdido y abrumado haciendo caso a las ordenes de un “algo” superior y acatando como un fiel sirviente indefenso despues de largas decenas de minutos enjabonandome como un esclavo.

      Y aprovechando esa especial cosa que tenemos los seres humanos de poder unir dos cabos, para poder crear algo superior, he podido darme cuenta de una respuesta que hasta ahora nunca había observado en su quintaesencia.
      Una nueva respuesta al ¿Qué es el TOC?

      NOTA IMPORTANTE: Este articulo tiene especial significancia para personas que tienen un TOC con mas de 10 años de experiencia.

      En esencia podría descomponerlo en tres elementos claves (Ojo ninguna de los tres elementos son un descubrimiento de por si, sino son la habilidad de juntar tres piezas para dar respuesta a un posible puzzle como veremos mas adelante)

      1. El primer elemento y quizá de los más importantes: Un componente Neurologico. Esto quiere decir que las personas con TOC disfrutamos o sufrimos de algo que no todo el mundo sufre en el mismo nivel: Nuestro nivel de pensamiento rumiativo es totalmente desorbitado. Si nuestros pensamientos fuera una carrera de velocidad, seríamos los Usain Bolt de la carrera. No hay otra elección: Esto es lo que hay y hay que lidiar con ello: Tanto para bien como para mal

      2. El segundo elemento, también muy destacable: Somos los Vestigios de una Guerra. Somos la personificación de la indefensión adquirida o aprendida. ¿Esto que quiere decir? Todas las personas con TOC en un pasado vivimos una guerra interna. Esa guerra cobro mayor o menor importancia en nosotros. Pudo ser un elemento totalmente insignificante para nosotros en la actualidad, o verdaderamente traumatico, pero lo importante marco un antes y un despues. De hecho puede que ni lo recordemos. Pero lo más importante de este hecho es que fue la primera vez en nuestras vidas que no tuvimos una respuesta convicente a una pregunta sin respuesta en el interior de nuestras mentes.
      Y eso derivo en una busqueda personal de la respuesta creando nuevas estructuras mentales. Pero el problema subyacente es que esa respuesta no existia. Hay cosas en la vida que no tienen respuesta, y esa fue una de ellas. Pero decidimos por la fuerza bruta y a golpe de martillo, buscar una respuesta, y al no encontrarla, nos hundimos como un pozo sin fondo. Y de ahí surgio la indefensión aprendida. Sucumbimos ante el latigo de la incertidumbre. Y en eso se ha basado nuestras vidas hasta ahora.

      3. Por ultimo: El elemento mas famoso en psicología pero curiosamente menos “tratado” terapeuticamente: El condicionamiento operante. Por alguna razon, hemos creado en nuestras vidas un circulo vicioso. Cada vez que surge una emocion negativa, diseñamos un mecanismo para aplacarla. Y parece que queda definitivamente aplacada, hasta que vuelve otra vez y volvemos a ejecutar ese artificio para volver a aplacarla. Cada vez vuelve con mas fuerza, y seguimos utilizando esa herramienta, la cual cada vez se vuelve mas compleja y costosa en el tiempo. Por poner ejemplos, la herramienta puede ser al principio una ducha de 10 minutos, luego 12, luego 15, 20, 30, 45 minutos y luego 1 hora y se han dado casos de duchas de hasta 8 horas seguidas. Y esto es aplicable no solo a los TOC de limpieza, sino TOCs de cualquier indole: Al principio buscabamos una razon para aplacar el pensamiento de ansiedad, luego buscamos dos razones, luego 4, luego 10, 20, 30, 50, 100 y luego 1000 razones, para pasarnos horas y horas buscando razones que nos ayuden a aplacar un sentimiento de culpa y de ansiedad.

      Un día llego la ansiedad y nos fuimos al herrero mágico y le pedimos que nos creara una campanita especial, que cada vez que la tocaramos nos quitaría esa ansiedad. Pero de pronto nos dimos cuenta que la campanita perdia su magia y hacia falta tocarla 2, 3, 4, 10, 20 y 1000 veces mas para que surtiera su efecto. Y nos ocurrio el mismo efecto que los Perros de Pavlov: cada vez que tocamos la campanita empezamos a salivar. Pero el efecto se ha vuelto en nuestra contra: Y cada vez que reunimos las fuerzas para intentar dejar de tocar la campanita, aparece un brazo invisible con un latigo y nos pega tantos latigazos que en pocos minutos vamos corriendo a recoger la campanita y seguir tocandola para ver si para tal sufrimiento.

      Y con estos tres elementos, pensando en una metafora que un día me contaron, todo esto se traduce en una simple historia basada en la historia del elefante encadenado de Jorge Bucay

      En esencia, nacimos con una pata atada a un árbol (el componente neurologico) y desde pequeños intentabamos quitarnos esa cuerda pero no podiamos (no teníamos las capacidades mentales y fisicas para poder hacerle frente). Pero ademas, un elemento que Bucay no incorpora en su historia, es que existía un jefe del circo, que cada vez que nos veía intentando zafarnos de la cuerda nos hinchaba a latigazos (condicionamiento operante). Por tanto en nuestra mente asociamos que no solo no ibamos a poder liberarnos por la cuerda, sino que si lo conseguiamos algun día, acto seguido recibiriamos tantos latigazos que nos quedaríamos sin sangre. Por tanto, cualquier elefante con dos pezuñas de frente se daría cuenta que no había solución a nuestra vida esclava (indefensión aprendida).

      Pero al igual que en el cuento de Jorge Bucay, ahora el elefante ha crecido. Y como cuenta el cuento, no solo puede romper la cuerda (somos capaces de gestionar nuestro torbellino de pensamientos de una manera mucho mas eficiente gracias a la vasta experiencia que hemos adquirido a lo largo de los años, porque como dice el dicho: “Mas sabe el diablo por viejo, que por diablo”), sino que ademas, los latigazos siempre doleran: SI, pero somos grandes, somos fuertes, nuestra piel es gruesa, ya no somos el pobre elefantito que sufria ante los latigazos. A diferencia de cuando eramos un pequeño elefantito, para nosotros ahora el dolor YA ES SOPORTABLE. Pero hay que pasar por ello. Tenemos que avanzar en nuestra libertad a golpe de latigo, para romper esa indefensión, para darnos cuenta que somos los elefantes de 4 metros de altura, dueños y señores de nuestras vidas. Que incluso podemos aplastar al jefe del circo sin problemas. Que los latigos ya no representan una amenaza para el nuevo elefante de 4 metros. Y que la cuerda esta ahí, siempre estará… pero… ¿Que es una cuerdecita para un elefante de 4 metros?.

      Con eso me di cuenta que hoy, cuando entre en la ducha, me sentía poderoso, como un elefante de 7 metros, con ganas de salir del TOC, me propuse ducharme en menos de 10 minutos. Pero durante esos 10 primeros minutos, mi yo “esclavo” empezo a darse latigazos en la espalda, y mi mente poderosa, se penso de pronto que era un triste elefantito de 1/4 de metro, y tras pasar los primeros 10 minutos, y luego vinieron otros 10 y otros 10. Y asi 50 minutos en total. Y de pronto me acorde del elefante de 7 metros que entro debajo de la ducha y empezó a enjabonarse compulsivamente y dije: ¿Que estoy haciendo? ¿Por qué siempre acabo sucumbiendo ante los latigazos? Y me propuse y sali de inmediato de la ducha.

      Y ahora aqui escribiendo creo he vuelto a empezar una nueva guerra. Ahora observo  quien soy y en que me he convertido: Ahora miro hacia el suelo y veo que desde mis ojos hay 7 metros de distancia. Y esto tiene un por que: Ahora soy un elefante de 7 metros.

      Es un error capital lanzar teorías antes de poseer datos. Por naturaleza uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar encajar las teorías con los hechos. Sir Arthur Conan Doyle

      TOCA
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        Muy bueno… me ha gustado mucho lo del condicionamiento clásico de Pavlov y el elefante de Jorge Bucay, os recomiendo el libro, “Déjame que te cuente”, espléndido.

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