Es muy normal esto independientemente del trastorno que tengas. El dilema que hay es que es una espiral viciosa: Menos haces, menos ganas tienes. Cuando te animas a hacer algo, el cambio es tan insignificante que no te motiva, por lo tanto al día siguiente que tienes menos ganas, no lo haces.
Técnicamente, no hay solución salvo que te ocurra un evento que te empuje de manera extraordinaria a ejecutar por algo superior a tu voluntad primaria.
Las tecnicas de autoayuda, como quizá ya hayas podido comprobar, no sirven para nada.
Hay un método y es que ruedes fuera de tu zona de confort. Es un poco doloroso, pero funciona.
Imaginate que te costara levantarte mucho por la mañana. Y lo que hicieras es que voluntariamente te tiraras de la cama rodando al suelo. De la ostia que te metes, ¿te levantas verdad?
Pues aquí lo mismo. Si por ejemplo, no tienes ganas de ir al gimnasio, coge y ve aunque tengas que ir en pijama y seas el hazmerreir del gimnasio
Esta demostrado que cuando ejecutas aun sin ganas durante un largo periodo de tiempo, algo que esta fuera de tu zona de confort, se acaba "metiendo" dentro de tu zona de confort. Si por ejemplo, pierdes mucho tiempo delante del ordenador ponte un horario forzado, por ejemplo, con un dispositivo que impida que enciendas el ordenador antes de una hora determinada (un regulador de corriente, que vale 3 euros en un bazar). Haz las cosas forzadamente, sin gana ninguna, rodando.
Tampoco vas a hacer grandes cosas con este método, pero por lo menos te va a activar lo suficiente para hacer algo medianamente decente.